sábado, 2 de mayo de 2020

El viaje a Itaca

Capitulo I
02.05.20

El viaje a Itaca.

Hace unos dias comencé un viaje en donde me han asegurado me dejará mucho aprendizaje. El viaje lo he comenzado sola pero también con compañeros de vida y de mi hermana de sangre.

En la primera guía que estamos leyendo, El ciclo de la reflexión; y conversando con mi hermana de nuestras impresiones, nos dimos cuenta que hay algo que nos molesta de los noruegos, no por igual, pero nos molesta:

A mi me da mucha rabia, a mi hermana le da la sensación de que exageran y son engreídos. Eso que nos molesta es su patriotismo, su amor por su país, su confianza en las instituciones, y en general su alegría y orgullo de ser noruegos. Pronto descubrimos que no estamos incómodas por el hecho en sí, sino porque nosotras no podemos decir lo mismo de nuestro país.

En mi viaje, esa revelación me produjo un «quiebre» el cual compartí con mi grupo DASEIN. Lloré. Lloré mucho, de rabia, de impotencia, de dolor. Sentí rabia con mi país, con nosotros mismos que nos hemos fallado como sociedad. pero también porque me di cuenta de algo que no me gustó de mi: envidia quizás? Låastima por mi misma? Algunas de mis compañeras decidieron también expresarse con sus propias experiencias. Algunas más duras que otras. Y seguí mi llanto, ya no por mi, sino por ellas, por sus experiencias, por cómo se sintieron. Sentí empatía por ellas y por los noeruegos también, por mi hermana. Lloré porque entendí que uno no puede ayudar a otra persona a sentirse bien. Pero mi coach Mila, amiga entrañable además, me dijo algo muy cierto: -»Nosotros no podemos escoger a veces nuestras circunstancias, ni lo que nos pasa alrededor, pero sí podemos escoger cómo nos sentimos».

Eso lo había escuchado antes, y suena muy bien, pero esa noche realicé el verdadero sentido de la frase.

Les decía que me expresé y me sentí como una persona envidiosa (lo anoto porque mi coach así me lo pidió). Mi coach me aseguró que era un juicio de valor infundado, y eso es lo que quiero creer también. Me aseguró también que pronto cambiaré mi forma de ver y sentir las cosas, a lo que expresé otro juicio de valor: Soy terca. Por qué me considero una persona terca? Porque a veces creo tener razón y sino, busco los elemtos y las excusas para ello. A veces no me gusta ser así. A veces quisiera dejarme llevar por la corriente, por las cosas que me dicen o por alguns cosas que leo, pero se me hace dificil poner mi opinión y mis sentimientos de lado.

También sentí lástima por mi misma. Por ser venezolana, por venir de un país tan quebrado, tan destruído moralmente, económicamente; y yo solía pensar que éramos no el mejor país del mundo, eso nunca lo he creído tampoco, pero sí un buen país. Solís pensar que éramos gente buena, pero ya ven que nos odian en muchas partes a donde quiera que llegamos. Pero ya ven que fuimos nosotros mismos quienes destruimos al país o no? Estaré emitiendo otro juicio de valor infundado? No sé, o estoy segura. Me da lástima entender que todos tuvimos co-responsabilidad en lo que nos pasó como sociedad. Me da lástima y pena decir que soy venezolana. Acaso tengo algo de lo ual sentirme orgullosa? Veremos...

Me pregunto por qué será tan importante juzgarnos a nosotros mismos y a los demás? Por qué a todo le queremos poner un nombre? A lo que pensamos, a lo que decimos, a lo que opinamos, a cómo actúan los demás, a todo. A todo le queremos llamar de una forma o etiquetar. Bueno lo que he leído así me lo confirma no? A según somos lo que somos porque existe el lenguaje. O sea primero hablamos y luego existimos? Seguiré en mi viaje a ver qué más me consigo. Quizás estoy malentendiendo algo?

Bueno, seguiré con mi coaching y ya escribiré sobre mi viaje...